viernes, 25 de enero de 2008




TÍTULO: Un hombre tranquilo- The Quiet Man
DIRECCIÓN: John Ford
GUIÓN:Frank S. Nugent
BASADO EN LA OBRA DE: la historia Green Leaves, escrita por Maurice Walsh
PRODUCTOR: John Ford, Merian C. Cooper.
MONTAJE: Winton C. Hoch, Archie Stout
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Winton C. Hoch & Archie Stout
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: Frank Hotaling
EFECTOS ESPECIALES: no tiene
MÚSICA: Victor Young
EMPRESA DE PRODUCCIÓN: Republic Pictures
TIPO DE PELÌCULA: Drama / Romántica
NACIONALIDAD: Estados Unidos
IDIOMA: ingles
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1952
FECHA DE ESTRENO: 1954
DURACCIÓN: 129 min.



FICHA ARTÍSTICA:

ACTORES PRINCIPALES Y PAPELES REPRESENTADOS:

John Wayne (Sean Thornton)
Maureen O'Hara (Mary Kate Danaher)
Barry Fitzgerald (Michaleen Flynn)
Ward Bond (Father Peter Lonergan)
Victor McLaglen (Squire 'Red' Will Danaher)


SINOPSIS:

Al pueblo irlandés de Innisfree llega un forastero que resulta ser oriundo de la comunidad, hijo de una familia que emigró a los Estados Unidos. Huyendo de un pasado turbulento (era un boxeador profesional que en el transcurso de un combate lesionó accidentalmente a su contrincante, que falleció a causa de la pelea), el recién llegado adquiere la que fuera casa de sus mayores, granjeándose la enemistad del cacique local. Cuando se enamora de la hermana de su enemigo, empieza el camino que le llevará a enfrentarse con su realidad y a aceptar la cultura de sus ancestros. Por el camino habrán quedado una resurrección personal, un amor con final feliz... y una buena dosis de whisky y bofetadas.

COMENTARIO:

No se trata de un western del Oeste sino de una película sobre su querida Irlanda, tan habitual en su cinematografía. El hombre tranquilo es una película deliciosa, con una caracterización de personajes excelente y que narra una historia sencilla y por qué no, romántica. La riqueza visual de los verdes prados irlandeses, las cómicas charlas y canciones en la taberna, junto con el romanticismo de la historia la convierten en una obra maestra. No se trata de hazañas de caballería, ni de la valentía de un gran pistolero, sino de una sencilla historia acaecida en un pueblo perdido irlandés. También cabe destacar que gran parte del éxito recae en el tono bromista y de comedia y en los tintes nostálgicos del film.
En ésta película como en muchas otras de las suyas, se observa una característica del cine de Ford: cada plano se puede contemplar como algo único. Hagan la prueba. Detrás de uno viene otro, y otro, y luego otro... y cuando uno quiere darse cuenta, la película ha terminado. En cuanto a la historia… más de dos horas que corren, ya sea por el encadenado de acción-reacción, como por el atractivo absolutamente seductor de todos los personajes y situaciones. El comienzo, con la llegada del tren y el descenso de Thornton con sus maletas, es el pistoletazo para una obra en la que está todo Ford: la familia, el amor, los amigos, las tradiciones, la cerveza en abundancia, las canciones, las peleas, las nobles disputas, el humor, la religiosidad, los caballos… Pero esta vez la nostalgia del hijo de emigrantes irlandeses se desarrolla en la tierra de añoranza. Eso sí, en Irlanda fue acusada de pintar los estereotipos más rancios del paisaje humano irlandés. No se daban cuenta de que eso es precisamente lo que la hace grande, y precisamente esa instantánea sentimental cooperó a que el lugar recibiese una avalancha de turistas en los años siguientes, y así hasta hoy.

miércoles, 9 de enero de 2008